Tu maldita voz en mi memoria by María Estévez

Tu maldita voz en mi memoria by María Estévez

autor:María Estévez [Estévez, María]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ficción contemporánea
ISBN: 9788417771829
editor: Roca Editorial
publicado: 2019-05-23T05:00:00+00:00


En el restaurante, frente a Serge, Fátima intenta relajarse.

—No me gustan que me digan cómo tengo que vestirme. Serge, me divierte tu juego de seducción, pero yo preferiría que me vieras de igual a igual. Una empleada tuya a la que necesitas, aunque en realidad no sea así. Supongo que tú, que tienes más experiencia, no intentarás aprovecharte, o sí, pero no voy a seguir si no recibo respeto. Mi situación no es tan desesperada. La complicidad termina en el abuso. Creo que el dry martini resulta efectivo.

—¿Para decir la verdad? Alabo la disciplina con que te comportas, pero no tientes demasiado a la suerte. A mí, los retos cuanto más difíciles, más me gustan. Además, tú sabes cosas de mí que no me conviene que se sepan. Hago simplemente lo que es mejor para mí. ¿Sabes?, podría acusarte de la muerte del detective. El taxista regresó, lo encontró por casualidad y lo atropelló.

—¿Cómo? Yo también puedo acudir a la Policía. Puedes matarme, pero mi padrino es lo bastante importante para darte un quebradero de cabeza. Soy ingenua, no estúpida.

—Jovencita, no me amenaces. —Serge le aprieta el codo hasta hacerla daño—. No se trata de entender, es cuestión de aceptar, y yo no soy conformista. No soy un hombre a quien se provoca.

Una hermosa camarera se acerca con dos nuevos dry martinis.

—Carrie, me están dando calabazas. ¿Te vendrás conmigo cuando termines tu turno?

Fátima lo mira entre sorprendida y curiosa.

Carrie se incomoda, nunca ha aceptado sus invitaciones, tiene prisa por regresar a la barra. Le repugna ese Rubinstein, otras camareras le han contado historias, un hombre generoso pero exigente. Serge se levanta, coge a la camarera por la cintura, le da la vuelta hacia él y le suelta una bofetada. Fátima salta en su asiento.

—Eres una insolente, Carrie. Si te hablo, contestas. ¿Entiendes? Ya puedes irte.

La camarera asiente sin hablar, con lágrimas en los ojos. Huye con la bandeja hacia el bar, donde sabe que su jefe la va a regañar por haber molestado a uno de sus mejores clientes. Es muy probable que pierda su trabajo.

—¿Por qué le has pegado?

—Tiene que aprender. Me debe a mí su empleo. Es muy orgullosa. Quién se cree que es para despreciarme. La altivez hay que saber guardarla para otras ocasiones.

—Pero no ha dicho ni ha hecho nada.

—Hay que saber entender lo que no se dice. ¿Tú estás dispuesta a seguir con esto?

—Serge, te repito que estoy aquí para colaborar. Soy tu subordinada, pero no te pertenezco. ¿Golpeas a todo el que trabaja para ti? Puedes pegarme o matarme, ya me has avisado; sin embargo, no sé qué ganarías con eso. Puedo ser valiosa en otros aspectos de tus negocios. ¿Qué gano hablando de lo que sé?

—Mide lo que dices y cómo te comportas. Imagino que la muerte del detective puede levantar sospechas a tu alrededor. Solo espero que no se te ocurra contarle a nadie lo que oyes conmigo. Te mataría, a ti y a tu gente, no me costaría mucho.

Fátima graba la escena.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.